jueves, noviembre 24, 2005

Fabiola Zuluaga

La tenista más grande que ha tenido nuestro país de pronto por que ha sido la única que hemos tenido. Acaba de cumplir 26 años, a principios de este año era la número 16 mundial todo hacia presagiar que este año si la suerte la acompañaba estaría en el top ten mundial. Cosas del destino, en su mejor año no pudo con la presión sicológica, convocó una rueda de prensa y concluyó que ya le había dado suficientes triunfos al país y que prefería montar moto con su novio en las autopistas cucuteñas. Deplorable final para una tenista en sus mejores años como deportista.
Sí, fue la tenista colombiana más grande pero nunca ganó nada importante salvo el torneo bogotano Colsánitas donde jugaba con los de su misma academia. Jugadora con una derecha interesante, un servicio dudoso y una defensa de revés bastante interesante, un juego que le daba para enfrentarse sin complejos a las jugadoras con un ranking superior al 20. Sin embargo, carecía de motivación sicológica y se achicaba cuando frente a ella sonaba el apellido Williams o Davenport. El destino en los Grand Slam la puso siempre en segunda ronda contra una top ten, recodemos titular del Tiempo, tan irónico como vulgar “Fabiola llegó a Venus” para una segunda ronda del Open de Australia. Las lesiones no la perdonaron y se vino totalmente abajo después de su momento de gloria el pasado mes de Enero cuando por arte de magia llegó a las semi-finales del Grand Slam sin jugar casi ningún partido. Tuvo el cielo a sus pies, fue mediocre en su satisfacción deportiva y prefirió retirarse a los 25 años para gastarse “los pesos” que se ganó con su raqueta.
Todavía recuerdo esa mañana donde mi mamá me levantó a las 6 de la mañana antes de ir al colegio para decirme “mijo una colombiana está jugando muy bien contra Arantxa Sánchez Vicario”. Cuando ya estábamos en el carro, prendimos la radio, no había ya ninguna transmisión del partido, había sido despachada en los 30 minutos que duro mi ducha y mi desayuno. Da rabia ver a verdaderas profesionales como Mary Pierce y Davenport que con más de 30 años siguen teniendo hambre de triunfar. Pero no en nuestro país por la mediocridad que siempre ha mareado a nuestro deporte hay que lograr muy poco para ser una leyenda. Suerte con las motos “Fabi”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

despues de leer estos articulos me he dado cuenta que en nuestro pais verdaderamente hay talento pero desafortunadamente no se sabe aprovechar,yo alguna vez havia leido algu sobre mauricio hadad y viendo su actividad tenistica alcanze a ver que le gano a muy buenos jugadores cuando vi esto mi corazon empezo a latir mas fuerte por que me di cuenta que ''si se puede''